Programa de Tratamiento de Drogas gradúa primera persona

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  • Dicho programa brinda una atención especializada e integral a las personas imputadas que presentan un consumo abusivo de drogas ilícitas y como consecuencia comenten delitos


Primer Graduado PTDEl Programa de Tratamiento de Drogas bajo Supervisión Judicial (PTDJ), graduó con éxito a la primera persona ofensora que finaliza este proceso de rehabilitación e inserción a la sociedad. El acto tuvo lugar en la Oficina de Justicia Restaurativa en Pavas.

El graduado agradeció la oportunidad de cambio que le brindó el programa y también mencionó que a partir de esta experiencia todo ha sido un proceso beneficioso para él y su familia, quienes de la misma manera reconocieron el cambio y lo positiva que ha sido esta experiencia.

El Programa de Tratamiento de Drogas bajo Supervisión Judicial se encarga de brindar una atención especializada e integral a las personas imputadas que presentan un consumo abusivo de drogas ilícitas y como consecuencia comenten delitos.

El objetivo primordial del programa es que la persona ofensora asuma su responsabilidad por el daño causado a la víctima y atienda su problema de consumo de drogas mediante un programa de rehabilitación que le permita dejar la adicción y rehacer su vida, Este esfuerzo se concretó mediante el convenio suscrito entre el Poder Judicial-ICD el 8 de febrero de 2013.

La actividad realizada el pasado 18 de marzo contó con la participación del equipo interdisciplinario del Programa de Justicia Restaurativa, integrado por la Defensa Pública, Fiscalía Adjunta de Justicia Restaurativa, Departamento de Trabajo Social y Psicología, representantes del Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), el Instituto Costarricense de Drogas (ICD), quienes estuvieron acompañados de Lourdes Espinach Rueda, letrada del Programa de Justicia Restaurativa.

Para el juez Edgar Castrillo Brenes, “la Justicia, ante los nuevos retos y controversias sociales, propias de este siglo, no puede y no debe quedar estática en un templo, de allí que se exija dar una respuesta integral y no parcial al conflicto social derivado del delito que se comete a consecuencia de una serie de situaciones que en muchas ocasiones, en el transitar de un proceso penal, simplemente se descartan. Esto es, lo que se ofrece como respuesta, y es lo que en este momento forja una historia muy particular, pero que determina con la primera graduación, que no se trata de un sueño, es en sí una realidad, que cambia y cambiará no solo el panorama de la sociedad, la cual logra una respuesta al daño social y particular causado, realmente satisfactoria, sino que además gesta una transformación positiva para el infractor que es movido por su adicción, quien concientiza sobre su mal actuar, le corrige, y toma control de sí mismo, reintigrándose a la sociedad y a su familia.

Por su parte, Zhuyen Molina Murillo, de la Defensa Pública, destacó el apoyo brindado por este Órgano Auxiliar de Justicia a este proyecto, que convierte el conflicto en una segunda oportunidad para la persona ofensora mediante la aplicación de la justicia restaurativa.

“Este programa se ha convertido en una luz de esperanza que demuestra con hechos que la participación activa de la víctima y la comunidad, aunado al alto control y apoyo para la persona ofensora, rompe el círculo del delito, restaura las causas que lo provocaron e inserta socialmente” dijo Molina Murillo.